Las mujeres sufren en el mundo dos flagelos tremendos que a todos debieran avergonzarnos en la distintas sociedades, la violencia de género y la violación.
En la Argentina, el presidente Fernández creó, al asumir su cargo, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Seguramente, muchas y muchos incautos como yo celebramos tal decisión convencidos de que sería un ámbito de contención, protección y defensa de las mujeres en particular y de las familias en general. Luego del abominable ataque perpetrado por una manada de seis humanoides contra una joven de veinte años a la que drogaron y violaron reiteradamente en el barrio de Palermo, el pasado lunes en horas de la tarde, y leer las declaraciones de la ministra del área, Elizabeth Gómez Alacorta, no tengo dudas. El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la República Argentina, sólo sirve para que un grupo de militantes políticos cobren mensualmente unos impresionantes salarios sin ofrecer a cambio ningún beneficio a la sociedad.
Ante el aborrecible suceso la Ministra declaró públicamente través de tuits, a los que luego de leer responderé: “Es tu hermano, tu vecino, tu papá, tu hijo, tu amigo, tu compañero de trabajo. No es una bestia, no es un animal, no es una manada ni sus instintos son irrefrenables. Ninguno de los hechos que nos horrorizan son aislados. Todos y cada uno responden a la misma matriz cultural.”
"Es la forma de ser varones, que se aprende desde niñxs y que define quienes somos y cómo nos vinculamos,
la que habilita, legitima y reproduce violencias. Durante siglos esa fue la manera en que habitamos la identidad, sobre un pacto implícito que nos define y condiciona.”
“Crecimos y nos socializamos sobre las bases de una masculinidad que nos enseña que los varones tienen derecho a decidir, solos o en grupo, sobre los cuerpos de las mujeres y LGBTI+ como quien dispone de una propiedad o de una cosa”.
Ministra: Ninguno es mi hermano, mi vecino, mi papá, mi hijo, mi amigo ni mi compañero de trabajo. Nunca conocí en esas relaciones a individuos con tal comportamiento.
Los varones no aprendimos a ser violadores, o violentos con las mujeres, como tampoco aprendimos por formación a ser asesinos o delincuentes. No obstante, entre los varones y las mujeres, hay instintos demenciales que provocan todo tipo de atrocidades. Ninguna tiene justificación, para todas están previstos castigos que en cada caso deberán determinar los jueces basándose en las leyes vigentes.
Si usted cree realmente que: “crecimos y nos socializamos sobre las bases de una masculinidad que nos enseña que los varones tienen derecho a decidir, solos o en grupo, sobre los cuerpos de las mujeres y LGBTI+ como quien dispone de una propiedad o de una cosa”. Con respeto le digo que, su crecimiento y socialización no la habilitan para desempeñar el alto cargo que ostenta.
Ángel Pascual Ramos (23), Tomás Domínguez (21), Lautaro Pasotti (24), Ignacio Retondo (22), Alexis Cuzzoni (20) y Franco Lykan (24), son 6 basuras humanas que cobardemente y en manada se atrevieron a violar a quien pudo haber sido tu hermana, tu madre, tu hija, tu compañera de trabajo, tu vecina o tu amiga. La abrumadora mayoría de la juventud argentina, jamás perpetraría algo semejante y no tengo dudas de la tremenda repulsa que sienten hacia estos violadores que la Ministra pretende justificar.
Señora Gómez Alcorta, su proceder es tristemente lamentable, pero, que el señor Presidente de la Nación la mantenga en su cargo es una afrenta que el pueblo argentino no se merece.
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