sábado, 4 de enero de 2020

"EL CENTRO GALLEGO ACABARÁ CONVERTIDO EN UN SHOPPING" -Editorial de Con Vós del 04-01-2020

CONSIDERACIONES SOBRE UN COMENTARIO DEL GRAN ESCRITOR VÍCTOR FERNÁNDEZ F.
El 9 de septiembre del 2018, me preparaba para la crucial elección que  al día siguiente se celebraría en el Centro Gallego de Buenos Aires, para la que había asumido el compromiso de conformar y encabezar una lista que enfrentaría a la que conformaban las otras cinco agrupaciones políticas del mismo. El día 11 partiría al frente de una “expedición” que había pergeñado, muchos meses antes, a los dos grandes archipiélagos españoles. Enfrascado en tales preocupaciones, nunca  leí el artículo, que ese 9 de septiembre publicaba “La Voz de Galicia” escrito por don Víctor Fernández  Freixanes, hasta esta semana  y que dice lo siguiente:

Acabará convertido nun «shopping»
VÍCTOR F. FREIXANES
09/09/2018 05:00 H

En maio de 2012 visitei nas instalacións sanitarias do Centro Galego de Buenos Aires a Manuel Cordeiro, pintor, un dos fundadores das Mocidades Galeguistas na capital arxentina (1953), que emigrou a aquelas terras dende A Coruña con 25 anos e alí entrou en relación con Seoane, Dieste, Arturo Cuadrado, Eduardo Blanco Amor, Colmeiro ou Lorenzo Varela, os grandes da nosa emigración e exilio. Nas Mocidades Galeguistas, xente nova con ansias de non perder a esperanza, estaban tamén Neira Vilas, que acababa de chegar, e Carlos Abraira, Antón Santamarina Delgado, Antón Moreda, Antonio Pérez Prado…

Vin a Cordeiro nun cuarto triste, apenas alumeado por unha lámpada cativa, deitado na cama, cos ollos pechados. El xa non me recoñeceu. Así é como o recordo, acompañado da súa filla Marina, que o atendeu ata o final. Manuel Rei, o histórico bibliotecario do Centro Galego, guiounos a Pilar Sampil e mais a min ata o cuarto, e acabamos sentados nos bancos do corredor, falando da situación do que noutrora foi orgullo da asistencia social dos galegos en Buenos Aires. Nos cuartos apenas había luces, apenas había asistentes, era unha sensación certamente triste, por non dicir desoladora… Alí acababa os seus días o pintor galeguista Manuel Cordeiro.

Non era a primeira vez que visitabamos a casa da avenida Belgrano, un predio enorme, con acceso a varias rúas, onde custodiaban con agarimo e infinito respecto o cuarto onde faleceu Castelao en xaneiro de 1950. Chega a nós a noticia de que o cuarto do autor de Sempre en Galiza está a piques de ser clausurado. A situación do Centro Galego agrávase por momentos e hai quen xa botou contas de canto pode durar. No último número da revista Grial publicamos un inventario miúdo do patrimonio que alberga a institución. La Voz dedica periodicamente atención a un feito (a súa posible desaparición) que en calquera país moderno, consciente da súa historia e de si mesmo, debería levantar un clamor de indignación e vergonza. O Premio Nobel de orixe galega, Pérez Esquivel, xunto con algunhas persoas sensibles, vén de iniciar novas xestións diante do Goberno da nación para ver de buscar algunha saída ao previsible desastre. Seica non hai respostas, nin dende alá nin dende aquí.

Coas noticias que chegan non podo deixar de evocar aquela visita derradeira ao galeguista Cordeiro: o silencio dos corredores, a luz cativa que o acompañaba, a tristeza da súa filla Marina, a sensación de derrota do amigo Manolo Rei… Dende a avenida, de regreso ao hotel, ollando a magnífica edificación, díxenlle á miña amiga Pilar: «En menos de dez anos isto acaba nun shopping». Case que podía ver os corvos agochados nos portais e nas ochavas. Escribín daquela un artigo con este título, mais un amigo de alá, con prudencia e esperanza, pediume que non o publicase. Publícoo agora.

Antes de mis consideraciones, estimo necesario aclarar en que lugares nos encuentra la actualidad a Víctor y a mi. Él, es escritor, periodista, editor, profesor universitario y, actualmente, Presidente de la Real Academia Galega. Yo, nacido en Pontevedra como él, soy emigrante desde los diez años, ejerzo con mucha modestia cognitiva, pero con “moita afouteza”, la labor periodística y, desde hace un mes y cuatro días asumí la presidencia del Centro Gallego de Buenos Aires. Pese a incluir en sú currículo al periodismo, yo creo que don Víctor es, principalmente, un gran escritor, y en tal condición escribió el artículo peridístico de marras, al que contesto con pasión y responsabilidad periodística.
En el título del artículo auguraba don Víctor, un futuro de «shopping» a la “casa de la avenida Belgrano”. Yo creo que el señor Fernández no debía desconocer, un día antes de una elección en la que se jugaba el futuro de la institución, que yo encabezaba la lista de la Agrupación A Terra que, salvo catástrofe electoral, acabaría con la intervención judicial dispuesta por el estado argentino, cinco meses después del hecho que narra don Víctor (aclaro que éste y la premonición, son del tiempo en que aún "desgobernaban" la entidad, autoridades surgidas de las agrupaciones de socios). Con el antecedente de haber mantenido cordiales conversaciones siempre, con el escritor, me sorprende que jamás se hubiese comunicado conmigo para tener una opinión más de alguien que estaba dispuesto a asumir una responsabilidad que ningún otro asociado aceptara.
Los escritores son personas sumamente creativas que a través de su literatura nos introducen a historias fantásticas que jamás ocurrieron, pero que muchas veces leemos con fruición de realidad. Los periodistas,  investigamos a partir  de hechos concretos y, a través de nuestras indagatorias intentamos aportar claridad a quienes informamos.
El escritor dice: Manuel Rei, o histórico bibliotecario do Centro Galego.”  
El periodista corrige: Manuel Rei, histórico y eficiente trabajador del Centro Gallego que, en las postrimerías de su carrera,  ante la falta de bibliotecario/a, debió asumir tales tareas sin serlo.
Dice el escritor: “Vin a Cordeiro nun cuarto triste, apenas alumeado por unha lámpada cativa, deitado na cama, cos ollos pechados. El xa non me recoñeceu.”                                                                                                        
Analiza el periodista: Los cuartos de hospital suelen tener más de un aparato iluminador, lógico resulta pensar que, para un paciente postrado con los ojos cerrados no es lo más aconsejable una fuerte iluminación.
Dice el escritor: “O Premio Nobel de orixe galega, Pérez Esquivel, xunto con algunhas persoas sensibles, vén de iniciar novas xestións diante do Goberno da nación para ver de buscar algunha saída ao previsible desastre.” Responde el periodista (apenado): Lo del señor Pérez Esquivel, no tiene otro asidero que el de comentarios periodísticos, lo de “con algunas personas sensibles”, respetuosamente, creo que es una invención del escritor. Por cierto, que bueno hubiese sido un acompañamiento real del señor Pérez Esquivel a los trabajadores que vivieron la situación que yo mismo reflejé en un comentario radial el 17 de marzo del año recientemente finalizado y que resumo en el siguiente extracto:
“Racionalmente, no me puedo ilusionar con la promesa de recibir una oferta del "grupo inversor" en el transcurso de la semana que se inicia, emocionalmente, ruego con todas mis fuerzas para que ello sea cierto y para que, definitivamente, se acabe con la insensibilidad de quienes motivan que hace 48 horas, yo mismo, recibiese el siguiente mensaje de un trabajador en actividad del Centro Gallego de Buenos Aires:
“VIE, 18:50
como anda suárez todo tranquilo....si le pregunto que pasó con la plata que iban a depositar , usted que me dice, que malos momentos vivimos los empleados del gallego, hace un año y medio que vivimos escuchando como el resto de nuestra familia y amigos destinan su dinero para refaccionar la casa o para hacer algun tipo de viaje, a pescar, a tomar algo a mirar un partido comprarse ropa, zapatillas, hacer un asado y nosotros nunca desde hace un tiempo podemos participar de nada, absolutamente de nada, ya que al que se le ocurrió comer asado para cuatro como a mi, ya lleva dos semanas sin cobrar un mango ni siquiera para cargar la sube , hoy por hoy gasto 68 pesos por dia para viajar..no se puede gastar de más un solo peso por que te aparecen esas boletas de luz y de gas con montos a pagar desorbitantes que no esta a nuestro alcance le comento como amigo nada mas, no hay reproches de ningun tipo hacia su persona, tal vez comentarlo ,pero de todos modos todo el mundo sabe que mal estamos los del Centro Gallego, espero que esto cambie en algun momento de una vez y para siempre. un abrazo suárez, el domingo estaré escuchando el programa como siempre....aguardando el milagro.”

Mi respuesta fue, "te entiendo y no tengo palabras".
Ahora amplío, yo también aguardo el milagro, que no será recibir la mesiánica propuesta, sino que alguien en el Gobierno nacional se humanice y acabe definitivamente con la denigrante situación de esclavitud que estoicamente soportan trabajadoras y trabajadores del Centro Gallego de Buenos Aires.”

 ¡Que importante hubiese sido la presencia del Premio Nobel, para darle trascendencia a los desesperados y lacerantes reclamos! Pero no don Víctor, el señor Pérez Esquivel nunca se asomó ni siquiera a las puertas del Centro Gallego.
Manifestaba el escritor: “Seica non hai respostas, nin dende alá nin dende aquí.”                                                                                                                  Responde el periodista: Acertadísima conclusión Víctor, que pena que usted mismo –tampoco lo hicieron sus colegas-, con tanta facilidad para acceder a la difusión mediática, no hubiese divulgado, por ejemplo, mis reiteradas denuncias ante el destrato de la Xunta de Galicia hacia el Centro Gallego, con vergonzoso epicentro en la solicitud del Secretario de Emigración de excluir al Centro Gallego de la obra social OSPAÑA, oportunamente creada para sustentar económicamente a tal institución.
Decía el escritor: “Dende a avenida, de regreso ao hotel, ollando a magnífica edificación, díxenlle á miña amiga Pilar: «En menos de dez anos isto acaba nun shopping».                                                                                                      Repuesta final y profecía: Estimado Víctor, próximos ya, los ocho años de tu presagio, gracias a los únicos dueños del Centro Gallego y su rico patrimonio cultural, -los asociados, jamás acompañados por nadie, en todo el proceso- y, pese a los despojos del estado argentino, el español y el gallego, nin os teus ollos nin os meus verán ao Centro Gallego convertido nun «shopping».
PS: Por certo Víctor, será un gran gusto recibirte, cando andes por estes lares, no gran fogar da emigración galega en Bos Aires.

Ramón Suárez Álvarez "O Muxo"



No hay comentarios:

Publicar un comentario