El Centro Gallego, está intervenido judicialmente desde hace seis años.
La intervención fue el resultado de la pésima administración que habían
ejercido durante dos años las agrupaciones Galicia y Unión Gallega, período en
el que disolvieron la sociedad con la Xunta de Galicia materializada en la
Fundación Galicia Saúde, y finalizado con una parálisis, casi total de las
actividades, motivada en el no pago de salarios al personal durante cinco meses, originando tal situación que, un grupo de asociados solicitasen la intervención estatal.
Por otra parte, las agrupaciones A Terra, Breogán y Celta, confabuladas con el
propio gobierno de la autonomía y la Embajada de España, desalojaron al Centro Gallego de la obra
social OSPAÑA, oportunamente creada para apuntalar el sostenimiento económico
de nuestra institución.
Las dos primeras agrupaciones ahora unidas a las fantasmales
Breogán y Celta, y a la entonces inexistente Salud y Cultura, conformaron una
coalición de cinco que se enfrentaron a la nueva Agrupación A Terra –sin nexo
alguno con las autoridades que colaboraron en el despojo de OSPAÑA-, en la
elección realizada el pasado 10 de septiembre para elegir junta directiva y
completar los restantes cargos en los cuerpos estatutarios.
Justificando el título de este comentario, nada
nuevo. Antes de la elección mantuvimos una reunión a la que concurrí con la
expectativa de recibir propuestas superadoras para cuando nos tocase reasumir
la conducción del Centro, pues no. Se me formuló el ofrecimiento de todos los
cargos de la junta directiva para nuestra lista y compartir paritariamente los
representantes de socios. Como quedó demostrado posteriormente, no era otra
cosa que un tramposo ofrecimiento ¿Por qué tramposo? Por la sencilla razón de
que ellas no pensaron en ningún momento asumir la responsabilidad de dirigir la
entidad, razón por la que no presentaron candidaturas para la junta directiva
que, de haberlo hecho, aún perdiendo la elección tendrían en la misma la
representación que estatutariamente les correspondería del 33% de los cargos.
Unos días antes de la votación, un sector gremial
minoritario convocó a una protesta en la entrada al hospital el día del
comicio. Preocupado por tal convocatoria, llamé a una persona referente de la
lista opositora a la que dejé el siguiente mensaje:
Jamás recibí respuesta, por ello, horas
antes de la elección solicité públicamente a los organizadores de la protesta
que la misma fuese realizada en la acera de enfrente al hospital. La solicitud
fue aceptada, la protesta se realizó donde lo sugerí, lo que ameritó mi
agradecimiento al sector gremial por su comprensión, sabiendo incluso que, sus
representantes dentro del sanatorio social arengaban a los socios en contra de
nuestra lista. Lo que no deja de ser sorprendente, por lo siguiente: Esa fracción gremial rechaza -con todo derecho- la venta del edificio hospitalario, por lo que, coincidiendo las dos listas en la necesidad de tal venta, ¿cual sería el motivo por instar a votar por una de ellas? A mi entender, porque ellos también descreen de la voluntad de venta expresada públicamente por la lista de las cinco agrupaciones.
Debo agradecer también a la gran mayoría de los trabajadores/as que, contrariamente al sector minoritario, apoyaron nuestra presentación y se congregaron después del escrutinio para escuchar el mensaje que transmití a los pocos socios y muchos trabajadores/as, reunidos en el vestíbulo de entrada.
Debo agradecer también a la gran mayoría de los trabajadores/as que, contrariamente al sector minoritario, apoyaron nuestra presentación y se congregaron después del escrutinio para escuchar el mensaje que transmití a los pocos socios y muchos trabajadores/as, reunidos en el vestíbulo de entrada.
Con los resultados conocidos, y ante mi partida al
día siguiente hacia España, me dirigí a la autoridades y candidatos de la otra
lista para expresarles mi voluntad para que, en ese mismo momento, iniciásemos
el imprescindible diálogo que necesitamos para encarar la solución definitiva a
los males del Centro Gallego. Ante unas quince personas, recibí, dos adhesiones, desplantes varios y un insulto. Transcurrido un mes de tal despropósito, sucedió
lo que lamentablemente nos demuestra que siempre se puede ir a peor. La misma
persona que me insultara entonces, le envió una carta documento al interventor
judicial, intimándolo a que, en el término de diez días, proclame a la junta
directiva electa en el mencionado comicio.
Yo no sé si esta persona hizo tal envío a título
personal o es algo consensuado entre las cinco agrupaciones. Si fuese la
primera opción, creo que las agrupaciones debieran emitir una rápida
aclaración, lo contrario sería asumir el ridículo y la mala fe que tal reclamo
implica.
Ridículo por que el interventor no está facultado
para proclamar autoridades, salvo que así se lo ordenase el juzgado
interviniente. Mala fe porque, no habiendo querido asumir su lista el
compromiso de dirigir al Centro, ahora pretenden marcar los tiempos de una
asunción que perfectamente saben, no modificaría en absoluto la situación
imperante ¿O lo que quieren es tener la oportunidad de achacarnos los males que
ellos mismos contrajeron y, vengarse cínicamente de la paliza electoral que en
una jornada democráticamente incuestionable le propinó el 67% de los votantes?
La salida de la actual situación del Centro Gallego
no será tarea de una Junta Directiva. Tal como reiteradamente dije durante la
campaña, nuestro convencimiento pasa, para la solución, por la venta o
gerenciamiento del hospital. Cualquiera de estas alternativas deberá ser
aprobada por el cuerpo de representantes, con total independencia de lo que
pudiese creer o proponer la junta directiva, por lo tanto, la asunción o no de
la misma no tendrá ninguna injerencia en la posible operación. La tarea de la
junta será determinante sí, en el período posterior a la cesiòn de la
asistencia sanitaria.
La Junta Directiva electa deberá gestionar: el panteón social,
el patrimonio inmobiliario, el cultural, el teatro, y asegurar la pervivencia de la mutual,
supervisando también las condiciones de la asistencia a los socios.
Gracioso resultaría, si no fuese tan dramático, que
quienes arrastraron al Centro a una intervención judicial, tras una gestión
económica desastrosa y, no quisieron asumir ningún compromiso de dirección,
pretendan la asunción inmediata de una junta directiva que, ni encabezada por "Mandrake el mago", podría modificar la desesperante situación de nuestra institución.
Hemos presentado una solicitud al interventor para
que instrumente una moratoria para los socios que perdieron tal condición
durante el último año. Motivó el pedido la recepción de varias notas en tal
sentido, enviadas por exsocios. Aguardamos una pronta resolución.
Mensaje final a los socios. Aunque oficialmente no
haya nada nuevo bajo el sol, oficiosamente, seguimos con el mismo optimismo y
ganas que nos llevaran a comprometernos ante ustedes.
Y en tanto nos. No tenemos donde atendernos habida cuenta que por nustra edad no somos aceptados en prepaga alguna. PAMI tiene demoras increibles para realizar estudios al igual q solicitar turno para atenderse por especilista. Los ancianos nos damos cuenta q nos han abandonado.
ResponderEliminarEn que fecha estima se podran reiniciar las tratativas para el gerenciamiento o venta.
ResponderEliminarConsiderando que se haran preservar las condiciones de la actual categoria de los socios y la antiguedad laboral de los trabajadores se nos informara cuales van a ser las herramientas que dispondremos para que se cumpla y respete con lo acordado ?
En ningún lado dije que se haya interrumpido ninguna tratativa. Desde el momento de nuestra asunción, todas nuestras acciones serán informadas a los socios.
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