domingo, 9 de diciembre de 2018

DESAFORTUNADA PROPUESTA DEL BLOQUE NACIONALISTA GALLEGO E INEXPLICABLE AUSENCIA DE FUNCIONARIOS DE LA XUNTA DE GALICIA -editorial del 9-XII-2018-

Nunca pensé que durante mi período como presidente electo del Centro Gallego de 
Buenos Aires, debería dedicar tanto tiempo al trato mediático de las visitas y ausencias que se suceden a nuestra institución, en la que siempre, desde mi condición de gallego y asociado, recibí gustoso a cualquier persona que se interesase por Galicia, por la inmigración en la Argentina, en definitiva por todo lo ateniente al colectivo gallego en este país. Orgulloso estoy de ello y, dispuesto a seguir haciéndolo mientras me den las fuerzas. 
Últimamente se registraron dos visitas de destacadas personalidades de la política
gallega, que, entiendo yo, no han cubierto las expectativas que siempre nos generan tales presencias y, dos ausencias sorprendentes y lamentables.
Las visitas  fueron  del presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar; y de las representantes del Bloque Nacionalista Galego,  Ana Pontón y Ana Miranda.
Las inasistencias: 
el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda y la conselleira de
Política Social, Fabiola García.
Mi sensación en este momento no es de ira o disgusto, más bien lo contrario, siento  
decepción, pensando en lo provechoso, que podríamos conseguir a través de un diálogo abierto, imprescindible, considero yo, entre posturas que se defienden y exponen a once mil kilómetros de distancia.
En el caso del señor Baltar, su rechazo a dialogar conmigo, en mi condición de 
presidente electo, y su presencia junto a personas ajenas totalmente a la conducción 
del Centro en un acto que, tenía como objetivo promover un escándalo de proporciones, en el que se expuso a una gloria de la lucha democrática y la defensa de los derechos humanos, la señora Nora Cortiñas, en una  demostración total de falta de escrúpulos ante tamaña figura, me exime de mayores comentarios. El modesto escándalo desatado durante la visita, donde el propio Baltar fue insultado, –repruebo totalmente tal situación-  no tuvo la dimensión buscada, por la no asistencia del Interventor Judicial.
Las representantes del BNG concurrieron acompañadas por una legisladora de la 
Ciudad de Buenos Aires y, durante dos horas dialogaron con el Interventor Judicial y el Presidente electo, recorriendo posteriormente el grupo las dependencias del hospital.
Por lo expuesto, lamento ahora tener que referirme a las desafortunadas expresiones
vertidas en esta proposición no de ley del BNG. 
Dice el comunicado que el Bloque "presenta unha batería de iniciativas parlamentarias de cara a conseguir a preservación do Centro Galego de Bos Aires,  en situación agónica, ante a indiferenza do Goberno central e da Xunta"
De la indiferencia de los gobiernos, no puedo decir otra cosa que no sea mi total
coincidencia. De las iniciativas, transcribo textualmente un fragmento de la nota que 
dice: "tras os contactos mantidos pola portavoz nacional, Ana Pontón, e pola 
eurodeputada, Ana Miranda, na súa recente viaxe a Arxentina, o BNG presenta unha
proposición non de lei na que reclama a implicación da Xunta tanto para paralizar a 
venda da entidade como para garantir a súa viabilidade e protección. Con tres propostas concretas.
En primeiro lugar, dirixirse ás autoridades arxentinas para paralizar a venta do Hospital do CG e buscar unha solución que inclúa un plan de viabilidade, -coa implicación da fundación Ospaña ou a integración na rede pública de hospital-, para preservar e garantir a atención médica de calidade os actuais socios e socias."
Parte el BNG de un error habitual en algunas fuerzas de izquierda, confunden lo 
privado con lo público, o lo que sería peor, quieren que lo privado pase a ser público. 
El Centro Gallego de Buenos Aires, es una mutual privada cuyos socios somos sus 
legítimos dueños. Desde hace seis años, está intervenido por el INAES, -organismo 
estatal que fiscaliza el control de las mutuales- por pedido de los propios asociados. 
Éstos aprobaron, en una votación no vinculante realizada el 18 de diciembre del 2017, por un abrumador 97% la venta del edificio hospitalario. Por otra parte, el pasado 10 de septiembre, en la elección realizada para designar nuevas autoridades, la lista de la  Agrupación A Terra, que encabecé, y que en todo momento sostuvo públicamente la postura de vender tal edificio, resultó vencedora con el 67% de los sufragios emitidos. 
Pruebas incontrastables de la voluntad de los, repito, "únicos y legítimos dueños del 
Centro Gallego de Buenos Aires".
A la diputada Pontón y sus acompañantes se les explicó, -y posteriormente yo mismo le remití notas complementarias- como nació OSPAÑA -Obra Social de los Inmigrantes Españoles y sus Descendientes en la República Argentina-, como le fue sustraída al Centro Gallego con el aval del Gobierno central y de la propia Xunta de Galicia, y cual es nuestro interés en recuperar el protagonismo que en la misma le corresponde al Centro Gallego. Desgraciadamente no se nos entendió nada, al extremo de confundir una obra social con una fundación, pero, falta lo realmente grave y desafortunado de esta petición, la integración a la red pública de hospitales. A esta propuesta, alguna vez sugerida a mi mismo, respondí jocosamente descartándola de plano. Tratándose en este caso de personas que vinieron, creo yo, con buena intencionalidad, seré respetuoso pero contundente en la respuesta que, repito, a otros les di risueñamente.

"La atención en los hospitales de CABA es gratuita para todas las personas. La 
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, Art. 20 nos garantiza este derecho." 
"El sistema de salud público de CABA asiste a todos los ciudadanos que viven y 
transitan la ciudad."
Evidentemente la propuesta no tiene nada superador, más bien todo lo contrario. Dice el medio INFOBAE refiriéndose a la mencionada red hospitalaria, que los habitantes de este país conocemos  sobradamente: 
"Los 34 hospitales municipales, con la  excepción del Fernández, son el ejemplo más cabal de que en materia de salud, todo está muy mal. Los problemas se acumulan: malas administraciones de sus direcciones, falta de médicos, de insumos,
de enfermeras/os y camilleros, mucho voluntarismo y poco profesionalismo.
Aunque resulte redundante, aclaro que los socios del Centro Gallego, al igual que toda la población  de este país, tenemos derecho a ser atendidos gratuitamente en toda la red. Pero aún me resta aclarar, en relación con esta propuesta, algo que, de haber tenido ocasión, me hubiese gustado debatir con  la señora Pontón, la conservación del patrimonio artístico cultural.
Imaginando que el hospital fuese integrado a la red ¿cual supone el BNG sería el 
destino de dicho patrimonio?  Quedo totalmente abierto y dispuesto a recibir propuesta concreta de la formación política y lógicamente a rectificar mi apreciación si fuese necesario. Si se despojase a los legítimos propietarios del hospital para incorporarlo a la citada red pública, seguramente el patrimonio cultural y el panteón ingresarían en un limbo virtual que  intentaré describir:  El panteón, seguramente expropiado para un destino hoy incierto, ¿los cuadros y libros? No permitiendo  la legislación argentina que se los saque del país, podrían pasar a ser patrimonio de la ciudad o alojados en algún "centro o museo" financiado por la Xunta de Galicia o el estado español. Esta última alternativa implicaría destinar aportes de ciudadanos autonómicos en exclusiva, o corporativamente con el resto de los españoles,  para la conservación de algo a lo que, si en alguna ocasión deseasen contemplar "in situ", les demandaría, mínimamente, costearse un pasaje transatlántico.                                Como vocero de la lista que abrumadoramente se impuso en las recientes elecciones 
realizadas en el Centro, digo: La monstruosa deuda que hoy registra el Centro Gallego, es absolutamente imposible que pueda ser cancelada por él mismo. La quiebra es la espada de Damocles que, cada vez más cerca acecha nuestro futuro. Si alguien tiene una solución económica, las palabras huelgan, que la proponga inmediatamente, la inmensa mayoría de los socios no prevemos otra alternativa que la venta o gerenciamiento del hospital.
Como lo hemos expresado, reiteradamente, todas las agrupaciones políticas del Centro, esa operación deberá asegurar la caducidad de todas la deudas existentes, así como las posibles emergentes, y la seguridad de una buena y perpetua atención sanitaria para los actuales asociados. El panteón social, el predio del Anexo Valentín Alsina y todo el patrimonio cultural seguirán siendo propiedad exclusiva de la Mutual Centro Gallego. Para conservar tanta riqueza no será suficiente el porcentaje de nuestras cuotas sociales que el eventual inversor nos pueda destinar.
Para que la presencia del colectivo gallego y su inconmensurable esfuerzo plasmado en la creación del Centro Gallego de Buenos Aires perviva, necesitamos imperiosamente ser parte de la obra social OSPAÑA, oportunamente  creada para colaborar en el sostenimiento económico de nuestra entidad y posteriormente birlada con el apoyo de la actual Xunta de Galicia y el gobierno central que encabezaba  Mariano Rajoy.  
Digo en el título de este comentario también, INEXPLICABLE DESAPARICIÓN DE FUNCIONARIOS DE LA XUNTA  DE GALICIA.                                         
El reciente 18 de noviembre, me acerqué, durante la celebración del festejo por el 
centenario de la Asociación  Centro Partido do Carballiño, al señor Antonio Rodríguez Miranda, secretario xeral da Emigración. Lo saludé previendo respuestas para sus posibles formas de saludarme que imaginé serían: "felicitaciones por la elección en el Centro Gallego", condolencias por el mismo motivo, y hasta un "Muxo, no molestes más con OSPAÑA, mientras Alberto Núñez Feijóo sea presidente de Galicia, jamás podrán recuperarla". Su cordial saludo consistió en decirme que le daba gusto verme.  
Pero, si decepcionante fue el encuentro con el Secretario da Emigración, no le va en 
zaga enterarme  que.  hace apenas 48 horas estuvo por estos lares la señora Fabiola 
García, conselleira de Política Social de la Xunta de Galicia, visitando el Hogar Gallego para Ancianos y el Centro Gallego de Avellaneda. En cuanto al Centro Gallego de Buenos Aires, ni siquiera se comunicó la visita, sino que tampoco se le informó a Ramón Suárez Álvarez, en su condición de periodista, acerca de la llegada de esta señora a las tierras bonaerenses. Tendrán manera de explicar este proceder? Me encantaría enterarme.
                                                                                                                                                                                                                                                                                     
                                                           

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