“Por todo esto, los gallegos y gallegas demandamos de la Xunta de Galicia y mismo del Gobierno Español –a través del Ministerio de Asuntos Exteriores– actuaciones concretas ante el Gobierno Argentino encaminadas a solucionar definitivamente el gravísimo problema por el que atraviesa la centenaria institución. Reclamamos, en primer lugar, voluntad política para preservar y garantizar la atención médica de calidad de los actuales socios y socias y la protección del patrimonio artístico, documental, bibliográfico, editorial... y solicitamos esfuerzos para consensuar una solución que impida la demolición y la especulación inmobiliaria de un predio que debe seguir siendo referente de Galicia en Buenos Aires.”
Mañana arriba a Buenos Aires el señor Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España. Como adelanté en el comienzo del programa, hoy tuve una comunicación con alguna persona en Sevilla, luego de esa comunicación, estoy en condiciones de adelantar que, dentro de la extensa agenda de importantes temas económicos que trae el presidente Rajoy para tratar con el Presidente argentino, el Centro Gallego de Buenos Aires tendrá su propio espacio en las negociaciones con el señor Mauricio Macri. La certeza del tratamiento, no la puedo trasladar a, cómo será el abordaje que del tema realice el mandatario español. Y esto porque, si trasladase la demanda del Parlamento Gallego, seguiría una línea argumental absolutamente opuesta a la que viene trazando su embajador en la República Argentina. Amplío, el señor Embajador del Reino, se ha reunido últimamente con cuatro altos funcionarios de la Nación y con el Presidente del INAES. En ninguna de las reuniones se habría mencionado patrimonio cultural ni masa societaria del Centro Gallego, el denominador común en las cinco reuniones habría sido el reclamo por la obra social OSPAÑA y el desagrado por el dictado de la Resolución 259 de la Superintendencia de Servicios de Salud, que anula la participación de la Mutual de Inmigrantes Españoles y sus Descendientes en la Argentina en la obra social y, restituye en el consejo directivo de la misma de un representante del Centro Gallego de Buenos Aires. ¿Irá el señor Rajoy por otro camino? Me encantaría, pero, me supera el escepticismo.
Voy a referirme ahora a la trascendental asamblea de socios que se realizará el próximo jueves en el Centro Gallego de Buenos Aires, con absoluta independencia, desde luego, de la conversación que puedan mantener los presidentes de los dos países. Paso a explicar porque no me representará nadie en la Asamblea Extraordinaria de Representantes del Centro Gallego de Buenos Aires a celebrarse el próximo jueves 12 a las 18 en el Teatro Castelao.
Las y los actuales representantes de socios fueron electos en los comicios realizados el 28 de agosto de 2016, en los que voté en blanco y paso a fundamentar mi voto: En la sesión de la Junta Directiva del Centro, realizada el 4 de abril de 2012, se aceptaron, rechazándose por improcedentes los términos de las mismas, las renuncias de Oscar Graña Díaz, vicepresidente 1°, en representación de la Agrupación Celta; María Aurora Barbeito, vicepresidente 2a, que representaba a la Agrupación A Terra; José Mosquera, vocal titular por la Agrupación Breogán; Baltasar González Ares, vocal titular, también por Breogán; Marcial Sánchez González, vocal titular por Celta; y Manuel Redondo, vocal suplente, por Breogán. Estas renuncias formalizaban el abandono de la vida política de la institución de las agrupaciones, A Terra, Breogán y Celta, permaneciendo en la misma las agrupaciones, Galicia y Unión Gallega. Transcurridos más de cuatro años del hecho, personas que jamás acreditaron ningún tipo de representatividad, de las agrupaciones desaparecidas, comenzaron a usar el nombre de las mismas. Convocados los comicios, dos de ellas figuraban en la legítima lista de Galicia y Unión Gallega, que presentó candidaturas solamente para cubrir los cargos de Representantes de Socios, la tercera, Breogán, presentó una lista incompleta en prácticamente todos los cuerpos generando que la misma fuese definitivamente anulada en la asamblea que se realizó el pasado 18 de diciembre, cabe destacar que, durante la intervención del contador La Blunda, se creó una nueva agrupación que concurrió camuflada, pues su nombre no aparecía en la lista acompañando a la supuesta Agrupación Breogán. Expuesta la situación explico que, no podía votar a la lista de las agrupaciones Galicia y Unión Gallega, causantes de la salida de la Xunta de Galicia del Centro Gallego y del nulo interés en defender la pertenencia del mismo a la obra social OSPAÑA, y que rigieron los destinos del centro hasta la obligada intervención del estado nacional. Jamás podría haber votado a la otra lista, la fraudulentamente denominada Breogán. Antes de avanzar en este comentario, quiero compartir con ustedes un audio grabado en la última Asamblea de Representantes, repito, realizada el 18 de diciembre de 2018.
La señora que estaba representando a Breogán en la mesa de conducción de la asamblea, ni siquiera conocía el nombre de su representada, y aclaro, si se llamase por ejemplo: Paxariños, Noitebras, Lóstrego u cualquier otra palabra gallega, podría aceptar, a regañadientes, una confusión, pero, señoras y señores, Breogán es el nombre del padre mitológico de nuestra raza, es a quien mencionamos en nuestro himno cantando al “fogar de Breogán”.
No soy partidario del voto en blanco, pero estoy seguro que, hasta Breogán me avalaría en esta ocasión.
Con independencia de mi voto y posición hacia los actuales representantes, creo que, ante la trascendental decisión que deberán tomar el próximo jueves, resulta inadmisible que jamás se hayan reunido con sus representados, para un necesario intercambio de opiniones que los condujese a un real conocimiento del pensamiento y voluntad de sus mandantes. Será una gran responsabilidad para ellos, sea cual fuere su decisión, hacerlo en nombre de casi 5.000 mil personas a las que nunca consultaron.
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