domingo, 17 de marzo de 2019

CENTRO GALLEGO-GOBIERNO NACIONAL, Y EL CUENTO DE LA BUENA PIPA

Hace muchos años, tendría yo cuatro o cinco, me dijeron por primera vez si quería que me contasen el cuento de la buena pipa. Una pipa buena me predispuso para escuchar un lindo relato, nada de eso, el famoso "cuento de la buena pipa" me resultó, desde esa primera vez, una tontería suprema. Sin embargo, hoy recurro a él en el contexto de tristeza y desesperanza que me produce, cada vez más, la situación del Centro Gallego de Buenos Aires. Como viene sucediendo desde hace meses, al igual que el cuento de la buena pipa, se repite el anuncio de que, "pronto", "en unos días", "el mes que viene", "la semana que viene", el "grupo inversor" presentará una oferta de compra. La última se anunciaba para la semana que termina, y ahora, consecuentemente, se trasladó para la siguiente. ¿Por qué menciono yo un tándem entre el Gobierno nacional y el Centro Gallego? porque, el pasado 21 de diciembre estaba acordada la firma de un contrato de gerenciamiento para este último, con el grupo BASA (Buenos Aires Servicios de Salud), que, se asegura, no se pudo implementar por la oposición del Gobierno argentino. El argumento esgrimido fue, esperar una oferta que iba a presentar el "grupo inversor" "en los próximos días". Como la propuesta de gerenciamiento venía acompañada de un plan de pagos, para saldar la enorme deuda que la entidad mantiene con sus trabajadores a implementar inmediatamente, la orden gubernamental llegó acompañada de un plan de suministro de fondos que, nunca cumplió, motivando que ese mismo 21 de diciembre el hospital fuese tomado por trabajadores del Sindicato de la Sanidad, estado en el que se encuentra hasta el día de hoy.
Como dije al principio, los pedidos de espera se reiteraron absurda e irritantemente, como el cuento de la buena pipa.
Absolutamente frustrante resulta la actuación del Gobierno nacional, su insensibilidad ante la injusticia que representa trabajar sin percepción salarial.
El jueves pasado se le prometió a los representantes gremiales que, al día siguiente, viernes, se depositaría un dinero para que los trabajadores recibieran un nuevo paliativo económico para su desesperante situación económica. Durante horas, muchos de éstos esperaron, con cada vez más decreciente ilusión, el cheque o la transferencia bancaria que les posibilitase un mínimo y transitorio desahogo que jamás llegó. Una vez más, la informalidad e insensibilidad de los funcionarios nacionales humillaba  a los trabajadores, sumiéndoles, nuevamente, en la bronca y desesperación aumentadas  por la impotencia.
Racionalmente, no me puedo ilusionar con la promesa de recibir una oferta del "grupo inversor" en el transcurso de la semana que se inicia, emocionalmente, ruego con todas mis fuerzas para que ello sea cierto y para que, definitivamente, se acabe con la insensibilidad de quienes motivan que hace 48 horas, yo mismo, recibiese el siguiente mensaje de un trabajador en actividad del Centro Gallego de Buenos Aires:


como anda suarez
todo tranquilo....si le pregunto que paso con la plata que iban a depositar , usted que me dice, que malos momentos vivimos los empleados del gallego, hace un año y medio que vivimos escuchando como el resto de nuestra familia y amigos destinan su dinero para refaccionar la casa o para hacer algun tipo de viaje, a pescar, a tomar algo a mirar un partido comprarse ropa zapatillas, hacer un asadoy nosotros nunca desde hace un tiempo podemos participar de nada, absolutamente de nada, ya que al que se le ocurrio comer asado para cuatro com a mi, ya lleva dos semanas sin cobrar un mango ni siquiera para cargar la sube , hoy por hoy gasto 68 pesos por dia para viajar..
no se puede gastar de mas un solo peso por que te aparecen esas boletas de luz y de gas con montos a pagar desorbitantes que no esta a nuestro alcance
le comento como amigo nada mas,
no hay reproches de ningun tipo hacia su persona, tal vez comentarlo ,pero de todos modos todo el mundo sabe que mal estamos los del centro gallego, espero que esto cambie en algun momento de una vez y para siempre. un abrazo suarez, el domingo estare escuchando el programa como siempre....aguardando el milagro.

Mi respuesta fue, "te entiendo y no tengo palabras". 

Ahora amplío, yo también aguardo el milagro, que no será recibir la mesiánica propuesta, sino que alguien en el Gobierno nacional se humanice y acabe definitivamente con la denigrante situación de esclavitud que estoicamente soportan trabajadoras y trabajadores del Centro Gallego de Buenos Aires

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