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lunes, 18 de noviembre de 2002

Mueren niños por el hambre en Tucumán

Cuatro chicos muertos por hambre en Tucumán, titulares de los diarios del jueves 14/11/02. 

-Ya estamos como en Biafra- “Más 12100 chicos mueren anualmente en nuestro país a causa de la desnutrición infantil. Estos datos nos colocan en el mismo nivel que Biafra, porque arrojan un promedio de tres niños fallecidos por día, la cifra totaliza el cincuenta por ciento de los pequeños que están entre los dos y los seis años de vida”. Esto fue informado por el Dr. Luis Arauz, médico pediatra y el Dr. Enzo Vaccaro, director del hospital Fiorito. Juan Carr titular de Red Solidaria dijo: “no sólo en Tucumán hay altos índices de desnutrición infantil, sino que también hay registros significativos en Capital y gran Buenos Aires y que en total tenemos 260.000 chicos de 0 a 5 años que siguen desnutridos. 
En el diario La Nación del viernes 15/11 salió una carta de lectores enviada por Hugo Zimmerman que dice entre otras cosas “políticos argentinos, los declaro culpables de estas muertes sea por desconocimiento u omisión. Espero renuncias en masa”. Hugo, con todo respeto te digo que tu carta debió ser publicada el 28 de diciembre. ¡ Renuncias!, que es eso?. 
El ministro de salud de la nación, Ginés González García dijo “sentirse dolorido y avergonzado por esas muertes. Y se comprometió a lanzar un plan infantil que alcance al ciento por ciento de los chicos pobres. Es decir, recién ahora el señor ministro de salud piensa en el problema. Yo decía delante de este mismo micrófono el 18 de agosto de este año: - Dijo Marechal, “Sin cultura no hay progreso”. Que sentencia terrible para nosotros que vemos en un país rico, fértil, generoso y despoblado, gente que muere de hambre. Y cuanta gente hay en este país que no fue preparada culturalmente para saber que, plantando semillas y cuidando sus frutos, no morirán de hambre-. Esto lo decíamos hace mañana exactamente tres meses, y el señor Ginés González García, ministro de salud de la nación, dice ahora sentirse dolorido y avergonzado por las muertes, y se comprometió a lanzar un plan infantil que alcance al ciento por ciento de los chicos pobres. Señor ministro, yo creo que como pide Hugo Zimmerman en su carta de lectores, lo que usted tendría que hacer es renunciar y dejar que otro inicie ese plan. 
El precandidato presidencial José Manuel de la Sota dijo: “Todos los argentinos tenemos que sentir vergüenza y los dirigentes más”. No, señor de la Sota, la frase correcta sería que todos los argentinos tienen que sentir vergüenza de sus dirigentes. Hubo una voz aparentemente coherente; el señor ministro de la producción Aníbal Fernández que atribuyó las muertes de los chicos “a una sociedad enferma y a un grupo que gobierna que son unos hijos de puta, entre los cuales me incluyo”. Y dije aparentemente coherente porque lo coherente sería que el señor Fernández renuncie. Finalmente el señor Presidente Don Eduardo Duhalde dijo: “En la Argentina nadie puede morirse de hambre” –debió decir nadie debe, porque de hecho los chicos tucumanos pudieron- “si hay una sociedad que lo contenga. Yo diría que la responsabilidad es de la sociedad”. Esta declaración del señor presidente es francamente impresentable. 
Esta sociedad que día a día, desde hace muchos años ve engrosar las filas de desocupados; que soporta aumentos de todos sus gastos sin equivalencias en sus ingresos; esta sociedad señor presidente si alguna responsabilidad tiene es la de ser excesivamente mansa.

lunes, 4 de noviembre de 2002

En respuesta al diputado argentino Don Oscar González

Felizmente el caso Echarri se resolvió con la aparición de Antonio. El desgraciado caso del padre Grassi, según el raiting de "Telenoche Investiga" del último jueves, ha perdido mucho interés y entonces el nunca "bién ponderado" diario Clarín reflota el caso de los argentinos no admitidos en España. Lo hace a través de una nota publicada ayer bajo el título de "España agravia su propia historia", escrita por el señor Oscar González, diputado nacional de l Argentina, por el Partido Socialista. En relación a este tema yo ya dejé clara nuestra posición en la nota editorial del 20 de noviembre; no obstante deseo hacer algunas reflexiones relacionadas con la nota del señor diputado, quién comienza diciendo: "Recuerdo aquellos episodios de mi niñez, cuando al caer la noche, mis padres -cansados después del trajín cotidiano gracias al cual los inmigrante4s gallegos construyeron un destino para sus familias- acondicionaban ropa usada y acumulaban alimentos para ser enviados a quienes habían quedado en esas perdidas aldeas, sufriendo las penurias de la posguerra civil".
Si lo que quiere significar es que en España y principalmente en Galicia había muchas necesidades, eso, no es ninguna novedad. Ciertamente los españoles venían a la Argentina para huir de las penurias de su patria y, se encaminaban hacia este país -por muchos años, puerto de esperanza y tierra de promisión, para inmigrantes
de las más diversas regiones del mundo-, donde hoy en menor o mayor medida, pero en su totalidad, amamos y reconocemos lo que Argentina representó en nuestras vidas.
Sucesivas clases políticas incluída la actual (a la que pertenece el diputado González) hicieron que éste que era mirado como el gran paraíso acogedor de inmigrantes, hoy expulse a sus propios hijos. Los políticos y militares llevaron al país a una situación en la que, un grupo reducido de argentinos vive realmente muy bién -logicamente entre ellos están incluídos los diputados con sus altas dietas y jubilaciones-; acompañando a esta clase economicamente privilegiada, hay una gran masa (cada vez menor) de gente que trabaja y contribuye con sus impuestos al bienestar de los antes citados. Finalmente tenemos una cada vez mayor cantidad de gente sin perspectivas de futuro, en muy similar situación a quienes a través de los años dejaron sus paises para trasladarse a éste, los que yo -parafraseando a Eliseo Alonso- denomino el excedente para exportación. 
El señor diputado Don Oscar González, en realidad está preocupado (se desprende de su nota) porque no consigue destino para este saldo de exportación, él, lo que quiere es que los admitan sea como sea hoy en España y mañana seguramente en cualquier otro país. Señor González con todo respeto le digo que su preocupación como legislador y político argentino, no debiera centrarse en solucionar la admisión de argentinos en terceros países, vuestra urgente misión, la de todos los dirigentes de este país, es hacer que los hijos del mismo, no piensen en dolorosas partidas; que encuentren en él todas las oportunidades que tan generoso y rico territorio les debe brindar y que, cierto es, tuvimos en tiempos pasados todos los extranjeros. Si lo logran señor diputado, si ustedes hacen que nuestra juventud tenga el país soñado por sus padres y abuelos (para lo que tanto trabajaron). Ese día no sólo nadie pensará en emigrar sino que además ustedes los políticos, podrán volver a caminar libremente y con la frente alta por las calles como lo hacemos el resto de los ciudadanos.