A CONTRACORRIENTE DE "BARONES" Y
PERIODISTAS, DEFENDERÉ A RAJOY, SÁNCHEZ E IGLESIAS.
Antes
de que el rey Felipe VI, cumpliendo con el mandato constitucional, luego de las
elecciones generales realizadas en España el 20 de diciembre, convocara al presidente
en funciones, Mariano Rajoy, dada su condición de candidato más votado, para
cerrar los encuentros con los cabezas de lista de los distintos partidos con
representación parlamentaria, lógicamente se reunió, a su turno, con el señor
Pablo Iglesias del partido Podemos, el tercero en las preferencias electorales
de los españoles. Éste, luego de manifestarle que nunca apoyarían un gobierno
encabezado por el señor Rajoy, deslizó su disposición para conformar un
gobierno con el PSOE, la segunda fuerza más votada e Izquierda Unida, indicando
además que de acuerdo a la proporcionalidad de votos recibidos, se proponía él
mismo como Vicepresidente, adjudicándose además algunos ministerios para su
formación e IU, recibiendo inmediatamente furibundas críticas desde la prensa
y muy fuertemente desde el propio PSOE.
Posteriormente compareció el señor Pedro Sánchez, del PSOE, quien
manifestó al Rey plena disposición para
esperar su turno y, entonces sí intentar conformar gobierno. El señor Rajoy ante
el ofrecimiento recibido para formar gobierno, rechazó tal responsabilidad,
argumentando que no tenía los apoyos suficientes pero, seguiría buscándolos quedando en tanto a disposición para una nueva ocasión.
El
rechazo del señor Rajoy, desató críticas de todos los colores y formas, no sólo
para él, sino también para Sánchez e Iglesias.
Paso
a detallar algunas de esas críticas:
Al
señor Rajoy por no aceptar el encargo formulado por el Rey, algunos hasta lo
tildaron de fullero; al señor Sánchez, por no apoyar a Rajoy, pero conversar
con Podemos, aspirando, egoístamente, a presidir un gobierno con el respaldo de
apenas 90 diputados; al señor Iglesias, por pretender destruir al PSOE con la
descarada oferta de conformar un gobierno con la imposición de apropiarse de
algunos ministerios y siendo él, el Vicepresidente del mismo, argumentando que
su partido quiere la destrucción de España, puesto que propone un referéndum de
independencia en Cataluña, y que, él y algún otro miembro de su partido son
asesores del gobierno venezolano y por supuesto, comunistas.
A
continuación argumentaré mi defensa de cada uno de los tres acusados:
Del
señor Rajoy
¿Qué otra cosa podría decirle al Rey que no
fuese el rechazo a una investidura que no lograría, pero que sí lo expondría a
recibir montañas de críticas desde todos
los partidos a excepción del suyo y de Ciudadanos? Posiblemente muchas de las
críticas sean por no prestarse el Presidente en funciones a lo que para él
sería un bochornoso espectáculo y para los críticos un morboso placer. Como
buen político, espera otra oportunidad.
Del
señor Sánchez
Hay
sectores, pero principalmente “barones/nesas” de su partido que le piden que
deje su obsesión de ser presidente y permita con su abstención la formación de
un gobierno nuevamente presidido por el Partido Popular. Si se acusa a Pablo
Iglesias de querer destruir al PSOE por pretender formar un gobierno de coalición,
si su intención es realmente esa, yo lo acuso de ser un tonto rematado, por no
inducir a los de la rosa a que permitan un nuevo gobierno del PP, acción que no
dudo, sería la irremisible desaparición del partido fundado por el gallego Pablo Iglesias. Pedro Sánchez, es
hoy el candidato mejor posicionado para presidir el próximo gobierno español,
si lo logra, no tendrá una misión fácil ni nada que se le parezca, si no lo
logra será por la ceguera de sus propios correligionarios.
Del
señor Iglesias
Este
hombre conocido también como coletas, por su peinado, según una gran cantidad
de españoles de todos los estamentos, es lo más parecido al demonio, que se
puede hallar en este mundo. Él es un joven profesor universitario y ahora
también presentador de televisión, que surgió a la vida política a través de
los movimientos conformados por los indignados españoles allá por el 2011. Él y
su partido han criticado permanentemente, casi como tema central, la
corrupción, por lo que repite permanentemente que de ninguna manera facilitaría
un nuevo gobierno del PP, estandarte para ellos de la corrupción en España.
¿Qué
dice Iglesias?, que la suma de los votos del PSOE, Podemos, Izquierda Unida y
algún partido nacionalista es superior a
los votos cosechados por las formaciones de derecha, por lo que, creyendo
interpretar el sentir de estos votantes, aspira a formar un gobierno de
izquierdas. Los “barones” del socialismo se opondrían a ese hipotético gobierno
¿es que acaso pretenden formar un gobierno con el aval de 90 diputados?,
resulta infantil, si pactasen con Podemos, esto sólo sería posible con un
ejecutivo compartido.
Los
críticos, como a Rajoy, también tildaron a Iglesias de fullero. Los números le
dan la razón, porqué negársela yo.
Comienzo
ahora con mis propias críticas:
Al
Rey
Por
no exigir que el señor Rajoy aceptase presentarse para la investidura o que renunciara
a la misma, y designar inmediatamente a otro candidato que sería el señor
Sánchez. No hacer esto provocó junto con la realización de nuevas consultas a
los mismos personajes, una demora totalmente nociva para el proceso. El Rey no
estuvo a la altura de las cruciales circunstancias.
Al
PP, PSOE y Ciudadanos
Estas
tres formaciones se pusieron de acuerdo para conformar la mesa de dirección de
la Cámara y posteriormente distribuir los asientos de los diputados en la misma,
prescindiendo para ello de la opinión de Podemos, la tercera fuerza más votada .
El PP y el PSOE son ampliamente conocidos, Ciudadanos es una formación nueva
como Podemos, pero ideológicamente opuesta a ésta, ya que representa claramente a la derecha resultando en la contienda la cuarta más votada. Estos
tres partidos sí que actuaron como fulleros, no sólo desconocieron a los
terceros en discordia, sino que en el reparto de escaños priorizaron a los
cuartos, Ciudadanos, con una muy buena ubicación en el recinto y destinando al sector comúnmente denominado
“gallinero” a los diputados acusados de usar rastas y posiblemente portar
piojos, que responden a Pablo Iglesias. La democracia, a diferencia de las
dictaduras, necesita imperiosamente del respeto y la sana convivencia, PP, PSOE
y Ciudadanos, no sólo están bregando, con su accionar, por unas nuevas
elecciones, sino también, muy probablemente, por un no muy lejano gobierno de los
“piojosos” en España.
Ah,
me olvidaba de Aznar y Felipillo, como dijo un colega esta semana en
España, parecen dos jarrones chinos en
una casa, los pongas donde los pongas siempre molestan.