Etiquetas Latexos de Ana

domingo, 17 de julio de 2011

EL PLACER DE VOTAR Y EL ASCO

El domingo anterior, después del programa, concurrí a realizar el sublime acto de votar. Votar, es realmente una cosa maravillosa. El interior del cuarto oscuro es el altar de la democracia, de la igualdad, de la justicia, en él todos somos iguales; a todos, las boletas de las distintas candidaturas se nos ofrecen sin condiciones, y si en vez de las boletas estuvieran los candidatos, éstos llegarían incluso a arrodillarse suplicando nuestro voto. De igual forma ante el poderoso que concurre en majestuoso vehiculo con chofer, que ante quien lo hace en transporte público o a pié, y esto no sólo en la República Argentina, esto es así en cualquier democracia del mundo.
Mi voto, no fue para ninguno de los dos candidatos que aparentemente irán al balotaje el próximo 31 de julio, y digo aparentemente, porque sería una gran prueba de inteligencia y sentido común, desistir de esa contienda con resultado absolutamente previsible, evitándonos un gasto económico innecesario y demostrando, aunque sea una vez, que valoran nuestro tiempo.
No los voté, por la sencilla razón de no entusiasmarme las propuestas de Macri ni de Filmus.
No se, si para el Doctor Aníbal Fernández, Jefe del gabinete nacional de ministros, esto me hace pertenecer al pueblo que se parece al gobierno que elige. Sin que ello sea bueno ni malo no creo parecerme en nada al ingeniero Macri. Tampoco se, si para el cantautor Fito Paez , soy parte del cincuenta por ciento que da/damos asco.
De lo que estoy absolutamente seguro es de hallarme orgullosa y radicalmente en las antípodas de ambos apostrofadores. Porque no quiero ser, totalitario, ni fascista, ni discriminador, ni borrego de rebaño; ni creerme con potestades para discernir entre buenos y malos, entre capaces e incapaces, entre sabios y lelos, y porque definitivamente, me gusta vivir en democracia, respetar al que piensa distinto, ejercer mis derechos con total libertad y no depender nunca de iluminados intolerantes, que pretendan conducir mi paso por la vida.