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domingo, 19 de agosto de 2007

JORNADAS BUENOS AIRES GALLEGA

Hoy me hubiese gustado comenzar este programa, comentando el éxito de las JORNADAS Buenos Aires Gallega, que, organizadas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; la Secretaría de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; la Academia de Historia de la Ciudad de Buenos Aires; el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires; la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires; con la colaboración de la Fundación Xeito Novo de Cultura Gallega; el Consello da Cultura Galega; el Museo Roca y la Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Cultura e Deporte, se realizaron del martes al jueves de la semana que finaliza. Sin embargo no lo voy a hacer por la sencilla razón de que no hubo tal éxito. 
En el acto de inauguración, al que concurrió el embajador de España, la cantidad de asistentes no superaba las cincuenta personas, en la clausura, que contó con la brillante presentación de la Orquestra de Cámara Galega, no se contabilizaban cien presencias. Si tenemos en cuenta que las Jornadas fueron presentadas, formando parte de una serie que culminará durante las celebraciones del Bicentenario de la Revolución de Mayo con un Congreso Internacional sobre las migraciones del primer y segundo Centenario. Reuniendo a especialistas argentinos y extranjeros para tratar los múltiples aspectos de la inmigración gallega en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Y estuvieron orientadas tanto a los investigadores del tema, como al público en general. La concurrencia a las mismas dejó bastante que desear. Sin duda, no se hizo una promoción adecuada, ni se dio participación a quienes podrían hacerla.
A lo largo de las tres jornadas, se realizaron nueve mesas, con distintos expositores y moderadores, abriéndose en el final de cada una un espacio para las preguntas y el debate. En la mesa F "La colectividad gallega de Buenos Aires: Pasado y presente", Hernán Díaz, habló sobre "Aproximación a la historia de la Federación de Sociedades Gallegas"; Alejandro Fernández, "El papel de los gallegos en el asociacionismo español de Buenos Aires; Santos Gastón Juan, "Retos futuros de la colectividad gallega de Buenos Aires".
Ahora yo pregunto, ¿ La creación y la extraordinaria tarea solidaria del Hogar Gallego para ancianos; las romerías en la costa quilmeña; la "mayor agencia matrimonial que tuvo la Argentina" -los bailes del Centro Lucense_; las múltiples actividades de las restantes entidades gallegas; las audiciones radiales, encabezadas por la señora Maruja Boga, Alfredo Aróstegui y Tacholas, no merecían un espacio dentro de estas jornadas?. 
Y notaron ustedes que no mencioné al Centro Gallego de Buenos Aires, porque, en este caso tengo que confesar la vergüenza que siento, vergüenza ajena, pero vergüenza al fin. Vergüenza, porque, los organismos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que organizaron las Jornadas, seguramente desconocen la historia de nuestro centenario Centro, pero la Consellería de "Cultura" e Deporte de la Xunta de Galicia, que colaboró, y bastante, en la realización de las mismas, no debió permitir que se soslaye una preponderante intervención de este Centro. Faro iluminador de la cultura gallega durante la larga noche de piedra, organizando conferencias para que hablasen quienes no podían hacerlo "Na Terra", publicando libros en el idioma prohibido que, clandestinamente eran introducidos en Galicia; curando el cuerpo y el alma de miles y miles de paisanos a lo largo de un siglo; organizando con la colectividad las "Jornadas Patrióticas Gallegas" que contaban con una espléndida noche de Gala en el Teatro Colón; construyendo un edificio soberbio en la -declarada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- "Esquina Porteña de la Galleguidad Universal", de Belgrano y Pasco; levantando en la necrópolis de la Chacarita, sobre tierra de la cuatro provincias gallegas, su "agallegado" Panteón Social que orgullosamente cobija la gran Cruz de Asorey, así como la tapa del nicho que cobijó al Guieiro Castelao. 
Ese Centro Gallego que, conserva como museo la habitación donde se produjo el pasamento de Castelao, no merece bajo ningún concepto, que los "iluminados intelectuales" de la Consellería de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia, participen y colaboren en la realización de unas Jornadas que ofenden la memoria histórica de nuestra colectividad.

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RESPUESTA DE XOSÉ MANOEL NÚÑEZ SEIXAS

JORNADAS "BUENOS AIRES GALLEGA" 

"De iluminados y luminarias" 

En su comentario radial del 19 de agosto, el Señor Ramón Suárez expresó algunos comentarios críticos, y perpetró otros calificables de aviesos -por falsamente fundamentados y por ir mucho más allá de su intención textual- acerca de las jornadas "Buenos Aires Gallega", que organizadas por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y con la colaboración de diversas entidades galaicoargentinas y gallegas -la Fundación Xeito Novo de Cultura Gallega, el Consello da Cultura Galega, la Consellaría de Cultura e Deporte de la Xunta de Galicia- reunieron en el histórico lugar de la "Manzana de las Luces", entre el 14 y el 16 de agosto pasados, a numerosos intelectuales y estudiosos argentinos y gallegos, que reflexionaron acerca del pasado y el presente de la presencia gallega en Buenos Aires. 
El buen nivel académico e intelectual, incluyendo dentro de él también las intervenciones testimoniales de quienes no son académicos y las aportaciones de quienes protagonizan hoy en día diversas iniciativas en pro de la cultura gallega en Buenos Aires, fue ampliamente reconocido por el público asistente. Se trató de unas jornadas a medio camino entre lo académico y lo divulgativo, con una asistencia de público que superó la media habitual en este tipo de eventos (no hablamos de paparotas, discursos políticos con movilización ad hoc, etcétera), y que contaron además con tres broches artístico-musicales de gran calidad: la intervención de la cantante galaicoargentina Graciela Pereira, del grupo Xeito Novo y de la Orquestra de Cámara Galega.
El Señor Suárez desliza algunas críticas relativas a la escasez -a su juicio- de público, a la falta de difusión de las jornadas y a la ausencia de algunos temas en las ponencias. Son comentarios que estimamos medianamente honestos y a los que intentaremos dar respuesta, aunque echemos de menos que los hubiese expresado en las propias jornadas, o ante los propios organizadores (eso de la clase y la elegancia son conceptos caducos, ya se sabe).
Primero, si bien es cierto que por complicaciones logísticas de última hora la cartelería y folletería sólo estuvo lista la víspera de las jornadas, estas últimas se difundieron por vía electrónica desde un mes antes, tanto a través de la plataforma del SICE como a través de diversas vías, y todas las instituciones gallegas de la ciudad recibieron igualmente información por correo electrónico, forma de comunicación predominante en el siglo XXI.
Algunas de las mejores audiciones radiales gallegas de la ciudad se hicieron eco durante semanas del evento. Tal vez no acertamos con la mejor de las mejores, y sea ahí aceptada nuestra humildísima genuflexión ante el mago de las ondas galaicoporteñas. Si desde algunas entidades no se informó, tal vez, a los socios en cumplida manera, eso no podía ser previsto por la organización.
De todos modos, asociados de diversas entidades de la Colectividad, más algunos directivos de varias de las más importantes, se personaron en las jornadas, en la medida en que sus obligaciones se lo permitían. Presencia que les agradecemos mucho.
Segundo, como nos consta que se explicó personalmente al Señor Suárez, lo que parece haber olvidado -tres días es una eternidad, tempus fugit-, si no figuró ninguna ponencia relativa a la gloriosa historia del Centro Gallego de Buenos Aires que nadie desconoce, y en primer lugar las instituciones y la esfera pública porteñas que usted cree tan indocumentadas, fue porque la persona encargada de ello -el Dr. Cócaro, de la UBA- no pudo acabar su ponencia por problemas familiares graves.
La comisión organizadora, en la que me incluyo, no consideró pertinente encargar a última hora una ponencia a otra persona sobre el mismo tema, ya que no existen historiadores especializados en la historia del Centro Gallego más allá del Dr. Cócaro, entendiendo como especialistas a quienes abordan un análisis solvente, teórica y metodológicamente fundamentado, de la historia de la institución, claro está (de coleccionistas de nombres de Juntas Directivas y demás emborronadores de páginas está el mundo lleno, pero eso no es un historiador ni un análisis solvente, Señor Suárez; y un ridículo provocaría un bochorno colectivo, supongo que hasta también el suyo).
Ciertamente, faltaron muchos temas por tratar. ¡Muchisimos! Las romerías, no sólo las quilmeñas, sino también las de Olivos y de tantos sitios, las matinées y bailes danzantes, numerosos perfiles de dirigentes, personajes ilustres de la Colectividad y un largo etcétera, incluyendo la historia de mi abuelo y mis tíos abuelos, por supuesto. Pero todo planificador de unas jornadas sabe que es imposible ser temáticamente exhaustivo. Otras habrá. Se trataba de ofrecer un panorama general y más o menos representativo, y no hubo por nuestra parte voluntad alguna de discriminación.
Si las anteriores críticas del Señor Suárez nos parecen cuando menos dignas de ser respondidas, el comentario final no puede ser más maledicente y revelador de que el objetivo general era malintencionado.
Para empezar, le informaré que ni la Consellaría de Cultura e Deporte, ni el Consello da Cultura Galega (dos instituciones, por cierto, diferentes: léase el Estatuto de Autonomía de Galicia) condicionaron para nada la elaboración del programa, y colaboraron de manera constructiva y generosa en diversos aspectos de las jornadas, incluyendo la gestión para la intervención final de la Orquestra de Cámara.
No hubo ningún “iluminado” como pretende el Señor Suárez, que parece querer ver oscuras manos tejiendo hilos siniestros en todas partes, y que se comporta, como diría miña nai, “como alguén a quen todos deben e ninguén paga”. Del comité organizador formé parte yo mismo, a título individual como investigador y profesor universitario. Si quiere personalizar sus críticas, Señor Suárez, ilumíneme por favor cual fanal de sabiduría acerca de qué cree que faltó o debería figurar. Pero tanto la comisión organizadora como yo mismo creemos tener la conciencia muy tranquila: hablaron quienes estimamos razonadamente que tenían algo que decir -no que repetir o vociferar- , al menos en el ámbito académico, dados el tiempo y la premura a que nos vimos forzados.
¿Podemos equivocarnos? Cierto. Nadie es infalible, salvo o Muxo. Pero presuponer que buscamos ofender a la memoria de la Colectividad gallega en Buenos Aires y la Argentina sólo revela dos cosas. O una supina ignorancia por su parte, Señor Suárez, sobre la trayectoria de los organizadores, que con su palabra y su pluma han puesto su granito de arena a que la historia y la importancia de la Colectividad gallega en la Argentina sean conocidas y valoradas en ámbitos argentinos, gallegos, europeos y mundiales. O una aviesa intención que va más allá de sus palabras. Como no acostumbro a dar crédito a teorías de la conspiración, me limitaré a creer que se trata de un desliz provocado por la pasión que usted pone en su labor. Pues no estimo que hayan sido estas jornadas las que más hayan hecho por desmerecer el buen nombre y la memoria de la Colectividad. Sólo desde una ruin intención se puede afirmar tal cosa. Pero quizás sí contribuyen a ofender a la memoria y la historia de los gallegos en la Argentina quienes aún siguen creyendo que la cultura gallega en Buenos Aires ha de consistir en una luminaria: una luz colgada de un balcón que sirve para adornar -otra acepción, no sé si pertinente, de la palabra es “cantidad que se daba a los ministros y criados del rey para el gasto que debían hacer las noches de luminarias públicas”-. Luminaria colgada en un bolichito minúsculo y a medida, bien protegido del ruido exterior y cuanto más polvoriento mejor, con gaitas y zanfoñas, cuyas actividades sean ignotas para la esfera pública porteña, y a ser posible financiado desde Galicia (siempre les dirán que se callen, que no son de acá). Y desvirtúan el prestigio de la Colectividad galaica en Buenos Aires quienes consideran que la cultura gallega se limita a una concepción puramente folclórica, choromiqueira de conventillo y nostálgica; a una erudición acumulativa, repetitiva, dispersa e inútil, sin ninguna proyección académica; a la reproducción de cuentos druídicos e historias nostálgicas para consumo interno; o a una satisfacción de propios intereses y egos con la etiqueta “Galicia” como pretexto. O, en fin, quienes crean que el patrimonio histórico de la Colectividad se debe pudrir, no tomando cartas en el asunto en ningún momento. Le sugiero que mire por ahí, Señor Suárez, a ver si encuentra tamañas ofensas. Igual se lleva alguna sorpresa.
Esas y otras visiones de la cultura y la memoria de Galicia en Buenos Aires sólo contribuye, además, a una cosa: a que los viejos estereotipos y prejuicios subsistan. Y no debe ser así. La cultura gallega, y en eso coincidirá el Señor Suárez conmigo, es y debe ser algo más que un recreo dominical de aficionados, “vivos” y escribidores más o menos mediocres. La pasión debe ir acompañada de la razón, y la pulsión identitaria del talento y la competitividad. Lo que hizo a la cultura gallega grande en Buenos Aires tiempo ha, fue que en ella militaron gentes que tenían mucho que decir fuera de ella, y que con orgullo proclamaron que eran gallegos, sin esperar por cierto contraprestaciones. Pensemos en Seoane, sin ir más lejos. A eso se ha de aspirar, ni más ni menos. Nos equivocaremos muchas veces por el camino, pero el tiempo nos dará la razón.
Le saluda atentamente,
Xosé Manoel Núñez Seixas


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Respuesta al profesor Núñez Seixas

Desde Buenos Aires, el 26 de agosto, es para mi un auténtico honor que, un investigador y profesor universitario, se tome una semana de tiempo y responda a un comentario editorial vertido en mi programa radial "Con Vós" y publicado en la página web del mismo: www.galiciaconvos.com.ar . Lo mio, reitero, no fue más que un comentario de lo que ocurrió y dejó de ocurrir -a mi juicio-, en las referidas jornadas. No es mi deseo polemizar con nadie, mis oyentes, a quienes fue dirigido el comentario me conocen muy bien y, sólo escribo estas líneas, que serán las últimas sobre el tema, a modo de acuse de recibo.
La respuesta del profesor es altamente esclarecedora y sólo lamento que no mantuviese en la misma la compostura acorde a sus títulos, pues creo que la nota podía ser respondida marcando los errores cometidos, si es que los hay, y no pretendiendo descalificar al autor poniendo un manto de sospecha acerca de la posible intención aviesa del mismo. Me alegra si el estilo "canchero" y sobrador del profesor, no exento de buen humor, en otros párrafos que señalo y contesto.

Párrafos extraídos de la respuesta precitada: 
"el Señor Ramón Suárez expresó algunos comentarios críticos, y perpetró otros calificables de aviesos -por falsamente fundamentados y por ir mucho más allá de su intención textual- acerca de las jornadas "Buenos Aires Gallega" 
"El Señor Suárez desliza algunas críticas relativas a la escasez -a su juicio- de público, a la falta de difusión de las jornadas y a la ausencia de algunos temas en las ponencias. Son comentarios que estimamos medianamente honestos
"Si las anteriores críticas del Señor Suárez nos parecen cuando menos dignas de ser respondidas, el comentario final no puede ser más maledicente y revelador de que el objetivo general era malintencionado." 
"Del comité organizador formé parte yo mismo, a título individual como investigador y profesor universitario. Si quiere personalizar sus críticas, Señor Suárez, ilumíneme por favor cual fanal de sabiduría acerca de qué cree que faltó o debería figurar. Pero tanto la comisión organizadora como yo mismo creemos tener la conciencia muy tranquila: hablaron quienes estimamos razonadamente que tenían algo que decir -no que repetir o vociferar- , al menos en el ámbito académico, dados el tiempo y la premura a que nos vimos forzados.
¿Podemos equivocarnos? Cierto. Nadie es infalible, salvo o Muxo". 
Respuesta: No me siento capacitado para responder tan halagüeña definición.
"Algunas de las mejores audiciones radiales gallegas de la ciudad se hicieron eco durante semanas del evento. Tal vez no acertamos con la mejor de las mejores, y sea ahí aceptada nuestra humildísima genuflexión ante el mago de las ondas galaicoporteñas. Si desde algunas entidades no se informó, tal vez, a los socios en cumplida manera, eso no podía ser previsto por la organización."
Respuesta: En mi programa se difundió la convocatoria a las jornadas, sigue sin informarse bien profesor
"Segundo, como nos consta que se explicó personalmente al Señor Suárez, lo que parece haber olvidado -tres días es una eternidad, tempus fugit-,
Respuesta: Se me explicó ante una consulta personal , manifestando yo, mi total desacuerdo y, como es fácil percibir es sólo un item de mi comentario. Modestamente creo que un gran investigador, -aún sin coincidir con lo expuesto- se debiera dar cuenta que mi memoria retiene cosas de más de tres días de antigüedad.
De todos modos reitero mi agradecimiento y, no sabiendo latín, contestaré en galego el tempus fugit: Se tres días é unha eternidade, unha semana -o tempo que demandou a resposta- ¿como se definirá?
Ramón Suárez O Muxo

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DESVERGONZA DE NÚÑEZ SEIXAS

X.M. NÚÑEZ SEIXAS, HISTORIADOR

"Na diáspora percibiuse que algunhas formas do pasado están por periclitar"

Dende Vieiros Bos Aires, Debora Campos ofrécenos unha conversa cun dos participantes nas xornadas 'Buenos Aires Gallega'.

Debora Campos - 09:35 18/11/2007

Rematados os tres días de ponencias, xurdiron algunhas voces alporizadas de operadores que lanzaban acusacións e falaban dunhas "xornadas que ofenden a memoria histórica da nosa colectividade". Tamén rexeitaban explícitamente o traballo feito polos académicos Como se explica esta reacción tan violenta no propio ventre da colectividade galega?
Non ofende quen quere, senón quen pode. Houbo –supoño eu- egos feridos, de dicentes intelectuais de palleiro que por promoveren a muiñeira se cren merecentes da condición de herdeiros dos grandes intelectuais da colectividade en tempos pasados e non tan pasados; e mais quen, no fondo, están tan condicionados pola asunción dos estereotipos negativos verbo da cultura, a identidade e a lingua galega que son incapaces de considerar que a cultura galega é unha cultura equiparábel a calquera outra, e por tanto non só obxecto de relicario e de señardade folclórica, senón tamén asunto de profesionais e académicos. E non académicos, pero que van alén do folclore e do saudosismo morriñento. 
Na miña opinión, non hai que dar máis importancia a tales reaccións da que teñen. Eu nin sequera perdín o tempo en estar ao corrente delas. E animo a todos os que queiran labourar en serio pola cultura galega da diáspora a que fagan o mesmo, se ben respectando o pasado e presente da colectividade, asumindo as súas grandezas e miserias institucionais, que de todo hai, pero sobre todo os animo (anímovos) a que ollen cara ao futuro. O mundo non se acaba nas portas dun centro, dunha oficina da Xunta, dunha consellaría… O mundo da Galiza global é moito máis ca iso. 
Coido e desexo que isto non sexa polo Alzheimer, pero resulta patético ler semellante desvergonza. 
O Muxo 


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COMENTARIOS RECIBIDOS

Estimado Sr. Suárez:

Hola Ramón, primero quiero felicitarte por tú editorial, ya que expresas tu opinión como Gallego y luego como periodista sobre las jornadas que se realizaron en Buenos Aires, se puede coincidir o no con lo que manifestaste, pero nadie puede dudar de tu honorable proceder y del trabajo que desarrollas por la cultura de Galicia. Es evidente que una nueva ola de seudo intelectuales se han apropido del término cultura, desconozco quien es este señor José Manuel Núñez o como se quiera denominar en Gallego, para que venga a darnos clases de quien es más culturoso que otros,
desconociendo la idiosincrasia del emigrante que vive en Argentina. Lamento que la Xunta envíe a estos personajes, que flaco favor nos hacen y le hacen. Creo que nadie de nuestros paisanos desconoce quien fue Pondal, Rosalia de Castro etc.pero no nos podemos olvidar de todos esos Gallegos desconocidos, que mantuvieron vivo el idioma, la música, la empanada etc. y eso también es cultura en aquellos tiempos que no existía internet, televisión satelital, teléfonos celulares etc.
Ramón, te reitero mi felicidad por el editorial y te pido que continúes con el recreo dominical de aficionados, que tanto bien nos hace y donde no se descalifica a nadie por expresar otras ideas.
Un abrazo. Juan Carlos "Gallego nacido en Buenos Aires"

Juan Carlos Oroña Marcote, Florida, Buenos Aires


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Mi solidaridad con Ramón Suárez O Muxo ante la imbecilidad de un burócrata.

Carlos Penelas


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Queremos expresar a nosa solidariedade co periodista Ramón Suárez O Muxo, quen día a día traballa a prol da cultura galega en Bos Aires e que foi atacado polo cativo feito de ter cumprida a súa función de periodista e narrar os feitos que temos visto todos, querendo dar fe da honestidade do mesmo, posta en dúbida dun xeito inconcibíbel.
Os que facemos Galicia espallada:
Lic. Mónica Suárez Groba, neta de galegos de Ponteareas
Ulises Pimentel Viaño, fillo dunha galega de Ordes


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Sr. Jorge Navós:

Lamento que los representantes de nuestra querida Galicia reaccionen con tanta virulencia frente a la opinión honesta y esclarecida de uno de los periodistas más cabales de la colectividad gallega, Ramón Suárez O Muxo. 
La misma virulencia del ataque al señor Suárez está dando la medida de lo acertado de su crítica, que comparto plenamente.


Beatriz López, nieta de gallegos oriundos de O Saviñao.
Profesora en Letras, traductora y periodista. Autora del libro : Hasta la Victoria siempre, Testimonio de Carmen Cornes, emigrante gallega y militante de la vida.


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Estimado Sr. Suárez. ¿qué le pasa a Xosé M. Seijas?. Si por su crítica, que la hizo como corresponde y sin ofender a nadie, se ha puesto tan nervioso, sospecho que tiene miedo que lo echen del puesto que desempeña. Tanto no lo echaríamos de menos.
Usted, amigo, no pierda su compostura habitual. Aunque ladren los perros, usted siga cabalgando. Su camino siempre ha sido el correcto, trillado de honestidad y verdad.
Un abrazo.

Luis Varela, Buenos Aires


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Ramón: te agradezco el editorial del 19-8-2007 y francamente cuesta creer que no se haya tenido en cuenta al Centro Gallego y nada menos que en el año de su centenario, en cuanto a la promoción de los actos te comento que el domingo pasado durante el programa ....................., hicieron un comentario sobre la actuación de la Orquesta de Cámara Gallega y que no tenían la información, les comuniqué telefónicamente los datos de tu página que estaban muy bien detallados y jamás pasaron la información al aire, sin lugar a dudas no hay interés en informar.

María Delia Campos, Buenos Aires


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Sres. lectores y oyentes de "CON VOS"

Evidentemente esto se ha ido de desmadre, invito a leer la secuencia de comentarios que aparecen en la pagina.
1) Critica feroz y acida del Sr. Suarez hacia las "Jornadas Buenos Aires Gallega".
cito textual del Sr. Suarez: "Jornadas que ofenden la memoria histórica de nuestra colectividad"
2) Comentario de algun oyente discrepando con tales criticas.
3) Respuesta de uno de los organizadores al Sr. Suarez utilizando la misma tonica acida que empleo el Sr. Suarez.
O como pretendian que reaccionaran los organizadores?
4) Nuevos comentarios de "solidaridad al Sr. Suarez" ante una supuesta agresion del Prof. Nunez Seixas, incluso en un comentario lo denominan burocrata, sin reparar en la trayectoria academica del Prof. Nunez Seixas.
Creo que las pasiones politicas estan haciendo que se pierda la cordura en este tema. 
Estamos cansados que seudo periodistas crean que representan a los gallegos de la Emigracion. 
Porque no se indignaron en las ocasiones que tenian que indignarse cuando se afecta a nuestra colectividad con medidas que la perjudican.
Todavia algunos tienen el pensamiento de que, parafraseando a Orwell:
"TODOS SOMOS GALLEGOS PERO ALGUNOS GALLEGOS SON MAS GALLEGOS QUE OTROS"

Fernando Blanco, Buenos Aires


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RAMON:

Hay personajes que sin lugar a dudas no soportan que pongan en evidencias sus fallos y son cultores de aquello tan practicado por muchos de ellos, que la mejor defensa es un buen ataque, tu con la verdad por delante, sigue así tienes nuestro respaldo. recibe nuestro saludo extensivo a toda la familia.

Rul y Delia, Buenos Aires.


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Como concurrente, con gran sacrificio, a la "Jornadas Buenos Aires Gallegas" realizadas la semana del 14 al 17 de este mes y al leer su editorial donde solo surgen criticas a tales Jornadas sentí una profunda decepcion y estupor ante tal Editorial.
Uds. debe saber muy bien la realidad por la que pasa nuestro colectivo gallego en Buenos Aires donde existen infinidad de agrupaciones y cada una trata de realizar su pequeño aporte a la difusion de la cultura gallega. 
Todos los actos de cada agrupacion pueden ser objeto de reproche por uno u otro motivo, pero me parece que si hay que reprochar algo a nuestra comunidad gallega (a sus Instituciones, obviamente) hay una infinidad de cuestiones mucho mas importantes que su reproche a estas Jornadas (por ejemplo acomodos en los viajes, en los cursos en los puestos directivos, marginación de personas, etc, etc,).
Ahora bien como muchos sostienen en nuestra Comunidad si su interés es desprestigiar un acto por algún motivo de adhesión política de su parte, cosa que muchos sostienen, (llamándolo incluso fotógrafo Oficial) es otro cantar...
Sr. Muxo en nuestra comunidad todos nos conocemos y no precisamente de comer en O Toxo, así que...!! HAGAME EL FAVOR¡¡
Con afecto, un hijo de emigrados ingenuamente independiente.

Adrian Alvarez, Buenos Aires (21-08-2007)